¡El Tomahawk! Este corte de carne es realmente impresionante, tanto por su sabor como por su presentación. Es esencialmente una chuleta de lomo de res con una costilla larga, sin limpiar, que le da su distintiva forma de "hacha".
Características:
Ubicación: Se obtiene de la parte delantera del lomo de res, específicamente de la misma zona de donde se saca el bife de chorizo o ribeye.
Marmoleo: Al igual que el ribeye, el Tomahawk suele tener un excelente marmoleo, esa infiltración de grasa intramuscular que se derrite durante la cocción, aportando una jugosidad y un sabor intensos.
Textura: La carne del lomo es inherentemente tierna, y el marmoleo contribuye a una textura aún más suave y agradable en boca.
Hueso Largo: La característica más distintiva del Tomahawk es su hueso de costilla largo, que puede medir hasta 30 centímetros. Este hueso no solo le da una presentación espectacular, sino que también puede influir ligeramente en el sabor durante la cocción y ayuda a retener la humedad.
Grosor: Los Tomahawks suelen ser cortes gruesos, lo que permite obtener un exterior bien dorado y un interior cocinado al punto deseado.
Sabor: Ofrece el sabor rico y sabroso característico del ribeye, intensificado por la cocción con el hueso.
Usos Culinarios:
El Tomahawk es ideal para métodos de cocción a fuego alto que realcen su sabor y terneza:
Parrilla o Asado: Es la forma más común y espectacular de cocinar un Tomahawk. El calor intenso sella la superficie, creando una costra deliciosa, mientras que el interior se mantiene jugoso. El hueso largo facilita el manejo del corte en la parrilla.
Horno (con sellado previo): Para asegurar una cocción uniforme, especialmente en cortes muy gruesos, se puede sellar el Tomahawk en una sartén caliente por ambos lados y luego terminar la cocción en el horno hasta alcanzar el punto deseado.
Plancha: También se puede cocinar en una plancha grande y caliente, asegurando un buen dorado por todas partes.
Recomendaciones:
Punto de Cocción: Dada la calidad de la carne, se recomienda disfrutar el Tomahawk en un punto medio o medio-rojo para apreciar su terneza y jugosidad al máximo.
Sazonado: Un buen Tomahawk no necesita muchos condimentos. Sal gruesa y pimienta negra recién molida suelen ser suficientes para realzar su sabor natural. Después de cocinar, se puede añadir un toque de mantequilla con hierbas, ajo o un chorrito de aceite de oliva.
Reposo: Es crucial dejar reposar el Tomahawk unos minutos después de cocinarlo y antes de cortarlo. Esto permite que los jugos se redistribuyan, resultando en una carne más tierna y sabrosa.
Presentación: El hueso largo del Tomahawk lo convierte en un plato impresionante para compartir. Se suele servir entero o cortado en rodajas gruesas, mostrando la belleza del corte.
En Resumen:
El Tomahawk es un corte de carne premium que combina el delicioso sabor y la terneza del ribeye con una presentación espectacular gracias a su larga costilla. Es una elección perfecta para una ocasión especial donde se busca impresionar tanto en sabor como en apariencia.